El escenario actual de la pandemia, las nuevas variantes y el número de contagios diarios en nuestro país, exige a las organizaciones reforzar las medidas preventivas en todos sus centros de trabajo. Todo lo que debes considerar, te lo contamos en esta nota.
La variante Ómicron ha demostrado ser muchísimo más contagiosa que las anteriores. De hecho, se estima que un caso es capaz de transmitir la infección a 10 personas susceptibles a su alrededor. Los síntomas se inician 1-3 días desde la transmisión, más rápido comparado con la variante Delta y la duración del cuadro clínico es variable, dependiendo de la susceptibilidad de cada persona.
Esta alta transmisibilidad ha generado un aumento sin precedentes de casos confirmados de COVID-19 en nuestro país, lo que implica aumentar los esfuerzos en los lugares de trabajo para velar por la salud de los trabajadores, contratistas, clientes, usuarios, entre otros, manteniendo la continuidad operacional.
ACCIONES QUE SE DEBEN REFORZAR
Mantente informado sobre el plan “Paso a Paso” en el sitio web del Ministerio de Salud y sus respectivos cambios. Esta plan establece qué empresas pueden funcionar y sus condiciones de aforo, basándose en factores como el avance del proceso de vacunación, la estrategia de testeo, la trazabilidad, el aislamiento, entre otros.
Cada centro de trabajo debe mantener actualizado el cálculo del aforo máximo que debe cumplir, considerando:
En la ACHS generamos una guía para realizar el cálculo de aforo en tu empresa y facilitar esta tarea. Ingresa acá y accede a esta herramienta.
Se debe verificar periódicamente el cumplimiento de las medidas de distanciamiento físico, tomando acciones correctivas cuando se determine que no están siendo eficaces.
Ten en cuenta que a partir de la promulgación de la Ley N°21.342, todas las empresas/organizaciones deben contar con un “Protocolo de Seguridad Sanitaria Laboral COVID-19” para continuar o retomar las actividades laborales de carácter presencial. El protocolo debe incluir y declarar todas las medidas que tomarán para mantener un distanciamiento físico seguro, considerando un mínimo de un metro lineal en puestos de trabajo, salas de casilleros, cambio de ropa, servicios sanitarios, duchas, comedores, vías de circulación, entre otros.
Este control debe ser aplicado tanto a trabajadores propios como en régimen de subcontratación, clientes, usuarios y demás personas que ingresan al centro de trabajo, considerando:
En el caso que se supere el rango de temperatura segura (≥37,8°C) o frente a una respuesta positiva de la lista de chequeo, se debe impedir la entrada de esa persona al centro de trabajo, solicitándole que se dirija a un centro asistencial (acorde a su previsión) con las debidas medidas de protección (sin contacto social y uso de mascarilla).
Aumentar el intercambio de aire del interior de un recinto, disminuye la probabilidad de contagios. Los centros de trabajo deben mantenerse ventilados o, en su defecto, los sistemas de ventilación artificial deben permitir el recambio de aire en el lugar (la extracción y su renovación), considerando:
Se debe seguir entregando mascarillas certificadas de uso múltiple a todos los trabajadores del centro, reforzando periódicamente su correcto uso. Esto implica:
Cada centro de trabajo debe contar con acceso a agua potable, jabón líquido y un sistema desechable para el secado de manos, promoviendo un uso correcto y permanente lavado de manos.
El proceso de lavado de manos debe ser el correcto, siguiendo estos pasos:
La identificación oportuna de trabajadores con síntomas de COVID-19 es imprescindible, al igual que la gestión de contactos estrechos.
Este procedimiento debe considerar el cómo, cuándo, dónde y quién para los siguientes puntos:
En la actualidad se realiza el testeo de contagio de acuerdo con las normas de la Autoridad Sanitaria cuando corresponde que la entidad empleadora ingrese a la Vigilancia por COVID-19, o cuando decida realizar búsqueda activa de casos (BAC) con recursos propios.
La vacunación sigue siendo la mejor manera de prevenir, considerando que quienes se vacunan tienen menos probabilidades de infectarse, de ser hospitalizados y de morir por COVID-19.
Si bien el empleador no puede impedir el ingreso de los trabajadores a su lugar de trabajo invocando la falta de vacunación contra el COVID-19, sí puede proveer información oficial sobre los beneficios de la inoculación, para que los trabajadores decidan considerando datos oficiales y no noticias falsas.
En nuestra plataforma las empresas y organizaciones pueden evaluar la gestión preventiva que están desarrollando y conocer la amplia oferta de herramientas y material preventivo disponible para el cuidado de los trabajadores, sus familias y la comunidad.