La apnea del sueño se produce cuando hay una obstrucción de la vía aérea superior (nariz, boca y laringe), que bloquea total o parcialmente la entrada de aire a los pulmones. Cuando esto ocurre, la persona ronca y deja de respirar por un par de segundos.

En esta enfermedad hay varios factores que influyen:

• Sobrepeso: el tejido adiposo hace más estrecho el paso del aire por la tráquea.
• Alteraciones estructurales del rostro: por ejemplo, tener el mentón muy pequeño.
• Problemas nasales: sufrir de rinitis continuamente o tener una desviación en el tabique nasal.
• Estructuras anatómicas: como tener las amígdalas o la “campanilla” de un tamaño mayor al normal.
• Genética: quienes son hijos de padres apnéicos, pueden seguir el mismo patrón.

¿Cómo sé si sufro de apnea del sueño?

El doctor Jorge Lasso, neurólogo del Centro Médico Hospital del Trabajador ACHS, afirma que son los familiares o la pareja de un paciente los que notan una anomalía en la respiración de quien padece apnea y dan el aviso, pero aún así existen algunos síntomas visibles:

• Fuertes ronquidos.
• Mucho cansancio cada mañana.
• Somnolencia durante todo el día.
• Falta de concentración.
• Dormirse en el trabajo o al conducir.
• Dolores de cabeza en la mañana.